Sant Ferran es un pequeño pueblo en el corazón de Formentera, con alma hippie.
Situado en el corazón de Formentera, Sant Ferran de Ses Roques es un pequeño pueblo que respira historia y libertad. Su fama está ligada indisolublemente al movimiento hippie que, en los años 60, lo eligió como su cuartel general para fiestas y eventos.
A pocos pasos de Es Pujols, un animado centro turístico de la isla e ideal para aquellos que buscan una casa de vacaciones en Formentera, Sant Ferran es un lugar donde el tiempo parece transcurrir más lentamente que en otros lugares más mundanos. Aquí, jóvenes inconformistas, apodados peludos por los habitantes, habían encontrado un refugio donde poder vivir libres y despreocupados, lejos del frenesí de la vida moderna.
La plaza, con su graciosa iglesita, era el punto de encuentro, el corazón palpitante de una revolución cultural pacífica, fundada en el ideal de paz y amor.
Aún hoy, paseando por las calles de Sant Ferran, se percibe el eco de ese pasado vibrante. Para sumergirse de lleno en la atmósfera única de este pueblo, el momento ideal es a partir del atardecer. Cuando el sol comienza a caer, Sant Ferran se anima, el mercadillo artesanal se llena de visitantes, mientras que la plaza principal se convierte en el escenario de conciertos improvisados.
Exterior de la Fonda Pepe
La Fonda Pepe es un lugar legendario, un verdadero símbolo que no necesita presentación. Desde los años 60, cuando se convirtió en el corazón palpitante de la escena hippie, este local ha representado un punto de referencia imprescindible para aquellos que buscaban un ambiente auténtico y fuera del tiempo.
Todavía hoy, entre las paredes de la Fonda Pepe, que alberga un bar, un restaurante y un hostal, se respira el espíritu de aquellos años mágicos.
Sentados en la plaza principal, rodeados de caras nuevas y de clientes habituales, casi se pueden oír los ecos de las risas y de las notas de las guitarras que han animado este lugar icónico. Una imagen emblemática, capturada por el objetivo del fotógrafo alemán Reinald Wünsche, retrata de forma perfecta la esencia de aquel periodo: un grupo de jóvenes, sonrientes y unidos, inmortalizados en un momento de pura comunión.
Disfrutar de una comida o simplemente saborear una bebida en la Fonda Pepe te permitirá sumergirte en una dimensión atemporal, una experiencia única que te hará comprender plenamente por qué este lugar es todavía hoy una institución.
Sant Ferran es famosa por su animado mercadillo artesanal, una cita ineludible que anima las noches de verano desde principios de junio hasta finales de septiembre.
El mercadillo tiene lugar todas las noches de la semana, a excepción de los miércoles y los domingos, a lo largo de la calle principal que bordea la plaza. Desde las 19 hasta la medianoche aproximadamente, la calle se transforma en un bullicioso ir y venir de puestos llenos de recuerdos originales y creaciones artísticas únicas.
La feria es una verdadera celebración de la artesanía local. Muchos de los expositores son artistas que residen en la isla, especializados en diversas formas de arte, desde pinturas y acuarelas hasta creaciones en cerámica, vidrio, cuero y mucho más. Paseando entre los puestos, no es raro encontrarse con algunos de ellos trabajando en sus propias obras, ofreciendo a los visitantes un espectáculo fascinante y la oportunidad de adquirir una pieza única, creada en el momento.
Si estáis buscando un recuerdo auténtico de Formentera, algo que capture la esencia de la isla con sus colores vivos y su ambiente bohemio, el mercadillo artesanal de Sant Ferran es el lugar ideal. Aquí podréis encontrar ese recuerdo especial que os recordará para siempre la magia de este lugar encantador.
La pequeña iglesia de Sant Ferran
La iglesia de Sant Ferran, situada en la plaza principal del pueblo del mismo nombre, es una de las tres iglesias parroquiales de Formentera, junto con las de Sant Francesc Xavier y El Pilar de la Mola.
Edificada en piedra entre 1883 y 1889, tras un decreto de 1785 que preveía una tercera parroquia en la isla, es el más pequeño de los tres edificios sagrados presentes en la isla. La iglesia se caracteriza por una fachada sencilla, con una única nave y un pequeño campanario. El interior es de cruz latina, con dos capillas a los lados del presbiterio.
Su céntrica ubicación la convierte en un punto de referencia para los habitantes y para los turistas, y es aquí donde se celebran las principales manifestaciones destinadas a conservar usos y costumbres típicos de la isla. De particular interés es la fiesta del Santo Patrono que se celebra el 30 de mayo.
Durante la temporada alta, desde finales de junio hasta finales de septiembre, cada viernes por la noche es además posible asistir a conciertos gratuitos organizados por el Consell Insular en la plaza principal, adornada con palmeras, flores y algún que otro banco.
El Formentera Guitars, situado en Sant Ferran, es un renombrado taller artesanal especializado en la creación de guitarras y contrabajos. Su fama es tal que ha atraído a músicos de fama mundial como Pink Floyd, King Crimson y Chris Rea, quienes han elegido sus creaciones para sus actuaciones.
Desde hace más de veinte años, este lugar fascinante ofrece una experiencia única y original: la posibilidad de participar en un curso de tres semanas para construir tu propia guitarra bajo la guía de expertos artesanos. Una oportunidad creativa abierta a todos, previa reserva en la página web del taller.
Pero la experiencia no se limita a la construcción del instrumento. Una vez completado el cuerpo de la guitarra, se lleva a cabo un rito sugestivo: un baño junto al instrumento en las aguas cristalinas de la isla, un verdadero bautismo que infunde a la guitarra la esencia y el sonido de las Baleares.
Para obtener más información sobre esta extraordinaria oportunidad, puedes visitar la página web de Formentera Guitars.
Entre los numerosos restaurantes de Sant Ferran, la pizzería Macondo destaca por su larga historia y su renombrada fama. Presente en la isla desde hace muchos años, Macondo ofrece un ambiente animado e informal, donde se pueden degustar excelentes pizzas romanas, caracterizadas por su base fina y crujiente.
A poca distancia se encuentra la pizzería-restaurante Quartieri Spagnoli, un local de gestión italiana donde saborear la auténtica pizza napolitana y exquisitos platos de pescado.
Si desea probar una cocina diferente, le recomendamos visitar el histórico restaurante Can Forn, abierto desde 1999. Aquí podrá degustar tanto los clásicos de la gastronomía española como los platos típicos de Formentera. Si le gustan los sabores fuertes, aquí encontrará calamares a la bruta, cocinados en su tinta, y unas sabrosísimas chuletillas de cordero. La carta de vinos es muy amplia y ofrece el maridaje perfecto para cada plato.
Para los amantes de las tapas, una parada ineludible es Trastienda, un local de ambiente joven situado a lo largo de la carretera que conduce a Migjorn. El menú ofrece deliciosos platos para compartir, como las albóndigas de la abuela, los mejillones a la tailandesa, los sabrosísimos pimientos de Padrón y mucho más.
A poca distancia de Trastienda, se encuentra el restaurante Sa Panxa, una realidad ecléctica presente en la isla desde 2015. Abierto todo el año, este local, que también alberga un bonito jardín donde se puede cenar durante las noches de verano, destaca no solo por su amplia propuesta culinaria, sino también por los numerosos eventos en vivo a los que se puede asistir. Se trata, en efecto, de un verdadero espacio cultural donde, siguiendo sus canales sociales, podrá descubrir los días y horarios en los que se celebran los diversos conciertos o las performances artísticas.
Sant Ferran es un pueblo pintoresco situado a pocos kilómetros de la costa de Migjorn, famoso por sus playas de ensueño, entre las más bellas de Formentera. Debido a su proximidad al mar, Sant Ferran es un punto de referencia para aquellos que desean comenzar el día con un sabroso desayuno antes de sumergirse en las aguas cristalinas.
Entre los numerosos locales presentes, destacan dos bares que ofrecen experiencias muy diferentes entre sí:
Vista de Cala En Baster
Cala En Baster, una joya escondida en la costa norte de Formentera, es un lugar que encanta por su autenticidad y belleza salvaje. Situada a poca distancia del pueblo de Sant Ferran, esta cala es un verdadero paraíso para quienes buscan tranquilidad y contacto con la naturaleza.
Cala En Baster se distingue por su paisaje marino caracterizado por imponentes acantilados que se alzan hasta 50 metros sobre el nivel del mar. Su conformación en forma de ensenada crea un ambiente protegido e íntimo, con un mar turquesa y cristalino que invita a sumergirse.
Una de las particularidades de Cala En Baster son los antiguos varaderos, rudimentarias vigas de madera que los pescadores utilizaban para transportar sus barcas hasta tierra firme. A diferencia de otras calas de la isla, aquí los varaderos no terminan en casetas de madera, sino en cuevas excavadas en el acantilado, un detalle que hace de este lugar aún más fascinante.
Esta calita es poco frecuentada debido a la falta de una verdadera playa de arena, lo que la convierte en un oasis de paz y tranquilidad, lejos de la multitud y el turismo de masas. Es el lugar ideal para quienes desean pasar unas horas en completa relajación, tal vez dedicándose al esnórquel en sus aguas cristalinas y ricas en vida marina.
Paseando por el acantilado, se puede admirar un panorama impresionante de toda la costa norte de Formentera, con las islas de S’Espardell e Ibiza como telón de fondo. Un espectáculo que encanta y que permanece impreso en la memoria.
Se puede llegar fácilmente a Cala En Baster en coche o en moto desde Sant Ferran. Una vez llegados, se puede aparcar en las cercanías y continuar a pie por un breve sendero que conduce a la cala.
«Un viaje se vive tres veces:
al soñarlo,
al vivirlo y
al recordarlo. «
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